Unidos por un Sentimiento Rojo y Blanco

Club Agrario Argentino de Parera:
 
    Es difícil después de este hecho tan fuerte explicar de forma objetiva lo que uno siente por dentro, por eso no quiero hablar de resultados, sino de esta gran institución que nos ha dado tantas alegrías en todas sus disciplinas. 

    Un fin de semana muy duro en el ámbito futbolero, la final perdida por los chicos de 5ta división y ni más ni menos que el descenso a la B de la Liga Pampeana.
  Agrario es un club que siempre se caracterizó por el esfuerzo y el empeño para poder realizar las distintas disciplinas: hockey, fútbol y bochas. Me animo a decir la única institución en el pueblo que junta a todos los chicos para hacerles sentir amor por el deporte, para hacer que cada día de sus vidas tenga ese granito de adrenalina que uno siente al ponerse la camiseta roja y blanca. Ojo, sin ánimo de ofender a las demás instituciones de la localidad, donde cada una trabaja a su manera y con sus principios. Pero sin dudas Agrario mueve más que cualquiera.

  Cuando uno es chico es difícil encontrarle sentido y explicación al esfuerzo de nuestros padres en levantarse un domingo temprano cuando uno de niño piensa que es el día de descanso y ellos se preparan para llevarte a VOS a jugar un campeonato, ponen dinero de sus bolsillos para que VOS y tantos otros niños puedan hacer actividades y así interminables esfuerzos más, que uno de guri no entiende demasiado.
  Pero si entiende de grande y sabe que todo ese esfuerzo realizado es para ver a Agrario en lo más alto , porque aman al club y ese sentimiento es el que nos transmiten, el que nos llena el alma, el que te hace dar esas ganas de ir a cada partido sin importar donde jueguen. Ese sentimiento que nos nace de adentro. 

Es lindo saber que por un club conocí el amor y, por ende, el significado de alegría pero también el de dolor. Pasan los años y aun no sé cómo no sufrir con tu manera de retribuirnos tanto sentimiento. Comprendí que el amor no es blanco o negro, el amor se mueve entre las emociones que producen todos los colores del arco iris. Eso si, me enseñaste que la felicidad es de dos colores ROJO Y BLANCO.

 En el 2017 pasamos del cielo al infierno. Son dos lugares tan distintos, que terminan por parecerse uno al otro. Son los escenarios del amor. Como olvidar esas tardes de domingo donde demostraste hasta la saciedad que la grandeza esta a la vuelta. Pero el amor no es perfecto, apenas pasaron meses y de jugar un provincial pasamos a un momento muy duro que es la promoción. Y si, sucedió. 

   Ahora dolido, hay que salir adelante y como el amor verdadero todo lo puede, minutos mas tardes de esta triste realidad , me puse en la tarea de hacer un balance de lo que han sido estos muchos años juntos de la mano. No solo no encontré ninguna razón de peso para sacarte de mis afectos . Sino que me di cuenta, una vez mas, de que mientras haya mañana, habrá esperanza. 

   Por eso hoy, en este momento de incertidumbre por saber que va a pasar hay algo que es muy claro, tanto esfuerzo no puede ser en vano. No bajemos los brazos hay muchos hinchas de corazón en nuestra localidad, juntémonos, trabajemos , ayudemos a esos pocos locos que a su manera se rompen el lomo trabajando y dejando de lado muchísimas veces a su familia de corazón , para dedicársela a su otra familia, su familia ROJA.
 Arranquemos un 2018 con fuerza y muchísimas ganas de devolver el fútbol de Parera donde se merece estar que es Primera A. Pero que sea juntos, tiremos de la misma soga, apoyémonos el uno con el otro, juntemos nuestras fuerzas, unamos nuestros corazones por este gran sentimiento que nos hace hermanos. Sé que se puede, sé que podemos.

   Ni en las buenas, ni en las malas. SIEMPRE.

                                                                                                                                       Ian Barrio